
A Atenea solo la veo en el Partenon, su gran templo de Atenas, por eso y para que nunca me sienta sola me obsequio una figura del cielo, la mas bonita y brillante del universo. Aunque no pueda pasar mucho tiempo a su lado, su inteligencia y sabiduría ilumina día tras día mi camino y me protege en cada batalla que se me presenta.
El dios Ares, medio hermano de Atenea y rencoroso de que ella sigua en jerarquía a Zeus, quiso vengarse. Y aprovechando el romance con Eladio, ordeno a las Furias, conocidas por castigar los crímenes de los humanos, a traer penumbra para castigar a todos los habitantes de nuestro pueblo, principalmente a mi padre y a mi, por ser fruto de esa unión. Sabiendo esto, Atenea mentora de heroes, diosa de la inteligencia, la sabiduría y la guerra justa, me entreno desde pequeña, con estrategias y tácticas de batalla, para ser las mas fuerte guerrera de todo Grecia y defender del mal a Delfos, tal como mi destino me tenia deparado.
Afrodita, diosa del amor y la belleza, tallo con sus propias manos una niña tan bonita y perfecta, y los vaivenes del destino hicieron que atenea quedara tan sorprendida de tal belleza que mas tarde le exigió a la diosa de la fecundidad, Demeter, que el fruto con mi padre, sea igual a la de esa estatuilla. Y para que sea mas perfecta aun, la diosa Nyx me otorgo la oscuridad de la noche en mi pelo, para que se destaquen mis profundos ojos color cielo.
Recuerdo que en el monte Parnaso, se reunían algunas divinidades,diosas menores del canto, la poesía, junto con las ninfas de las fuentes. en estas reuniones nuestro dios del Sol tocaba la lira y las divinidades cantaban. Por ser hija de una diosa, pude endulzar mis oídos con los perfecto de este canto, pero era negado para los mortales, porque su resonancia podría sera tan hermosa que convertía a los humanos en animales, como castigo por tocar sus frágiles e insulsos oídos.
Gracias a nuestro dios del Sol, me interese en la lira, un instrumento de cuerda punteada con forma de ábaco, que taño Orfeo y que acompaña a nuestro dios del Sol como símbolo de la música. Pero mi destino ya me había deparado otra cosa y como Atenea, yo su hija, soy una guerrera armada, nunca una niña, porque así mi destino lo deparo, y los dioses lo quisieron, es mi deber cumplir con lo que se me ha presentado. Y no ocultarme tras un instrumento, mientras hay tantas tareas y batallas por realizar.Sin mas nada que decir sobre mi, gurdo un merecido silencio. Y espero que los dioses los acompañen por el sendero y en los vaivenes que su destino ya les tiene deparado...